Putin espera que Ucrania agote sus hombres y armas: «Entonces ya veremos»

El presidente ruso dice que espera una guerra larga y rechaza un alto el fuego

El presidente ruso se está preparando para una larga guerra en Ucrania. Su visión de un futuro fin de los combates cuadra más bien con un escenario preparado para la victoria rusa: «Sólo cuando Ucrania esté agotada en cuanto a hombres, equipos y municiones podrá hablar de paz».

Vladimir Putin no vislumbra un armisticio ahora. Cree que Kiev podría utilizar cualquier alto el fuego para «reponer sus recursos y renovar la capacidad de combate de sus fuerzas armadas» y que Washington seguirá viendo a Rusia como un enemigo sin importar quién gane las elecciones estadounidenses de 2024, dijo Putin en un foro económico en la ciudad portuaria rusa de Vladivostok, en el Pacífico.

Según su razonamiento, Rusia difícilmente puede dejar de luchar cuando se enfrenta a una contraofensiva ucraniana. Para que haya alguna posibilidad de conversaciones, dijo Putin, Ucrania primero tendría que cancelar su autoimpuesta prohibición legal de las conversaciones de paz y explicar lo que quiere: «Entonces ya veremos», dijo Putin.

El líder ruso criticó la decisión de Occidente de suministrar a Ucrania aviones F-16 y cualquier posible suministro estadounidense de Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS). Pero Putin adelantó que independientemente de quién gane las elecciones estadounidenses del próximo año, no espera ningún cambio en la política de Washington hacia Rusia: «Las autoridades estadounidenses perciben a Rusia como un enemigo existencial». Incluso habló del procesamiento en Estados Unidos del expresidente Donald Trump: cree que tuvo motivaciones políticas y que eso demostró la «podredumbre» del sistema político estadounidense.

Sus palabras llegan poco antes de su reunión con el líder norcoreano Kim Jong Un. Putin explicó que Occidente está tratando de disuadir a China para no tener relaciones estrechas con Rusia, pero que esos intentos han fracasado ya que los vínculos con Pekín están en un nivel sin precedentes.

Aislada parcialmente desde su invasión a gran escala, Rusia ha dado un giro hacia Asia. Putin admitió que este giro fue acelerado por la guerra y el intento de Occidente de contener a la economía rusa.

Putin elogió a su banco central por mantener a raya la inflación con tasas de interés de dos dígitos y apuntó que no hay desafíos insuperables cuando se trataba de limitar la volatilidad del rublo. El líder ruso, que afronta elecciones presidenciales en marzo del año que viene, aprovechó su discurso en el Foro Económico Oriental de Rusia en Vladivostok para proyectar un ambiente de calma financiera, pocas semanas después de que la caída del rublo más allá de 100 por dólar provocara críticas del Kremlin a la política monetaria del banco. Hablando ante empresarios de todo el país, prometió que no habría medidas repentinas para limitar esa volatilidad del rublo por ahora.

EN PRAGA MAL, EN KIEV BIEN.
Mirando al pasado Putin también señaló que la decisión de la Unión Soviética de enviar tanques a Hungría y Checoslovaquia para aplastar las protestas masivas durante la Guerra Fría «fue un error». El mandatario dio su punto de vista sobre la percepción de Rusia como una potencia colonial debido a la decisión de Moscú de enviar tanques a Budapest en 1956 y a Praga en 1968.

Ambas intervenciones tienen similitudes con el ataque de Rusia contra Kiev el año pasado. El levantamiento húngaro de 1956 fue aplastado por tanques y tropas soviéticas con un balance sangriento. La Primavera de Praga de 1968 fue un intento de aperturismo, dentro del socialismo que Moscú vio como una puerta abierta a la influencia de Occidente. El proceso terminó cuando las fuerzas soviéticas invadieron la República Socialista de Checoslovaquia.

La llamada operación militar especial en Ucrania ha causado la mayor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, además de una oleada de represión en Rusia nunca vista en este siglo. Putin bromeó sobre eso cuando habló de «160 o 170» personas del sector cultural que se han marchado del país: «Se han ido al extranjero; no están de acuerdo con la política del Estado ruso. Pero puedes no estar de acuerdo y estar aquí y hablar de ello, nadie lo prohíbe. Pero algunos decidieron irse». En realidad la mera crítica a la guerra ha supuesto el borrado de diversos artistas en Rusia y hay varias personas procesadas en Rusia por «desacreditar al ejército» por el mero hecho de no repetir las mentiras del gobierno ruso, como por ejemplo que no se está atacando a la población civil o que hay muchos rusos que no quieren combatir en esta guerra que Moscú no se atreve a llamar por su nombre.