JERUSALÉN. Israel prometió poner fin a la presencia en Gaza de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), envuelta en una polémica por el presunto papel de algunos de sus empleados en el ataque de Hamas del 7 de octubre.
Estados Unidos anunció que suspendía temporalmente su financiación a la agencia, una decisión imitada por Australia, Canadá, Italia, Reino Unido, Finlandia, Países Bajos, y Alemania.
El director de la UNRWA, Philippe Lazzarini, consideró “choqueante ver que se suspenden fondos para la Agencia en reacción a las acusaciones contra un pequeño grupo de su personal”, teniendo en cuenta que ya se adoptaron medidas y que de esa ayuda “depende la supervivencia de dos millones de personas” en la franja de Gaza.
La UNRWA, creada en 1949 y en la mira de las autoridades israelíes desde hace tiempo, despidió a varios de sus empleados, después de que Israel los acusara de estar involucrados en la letal incursión del movimiento islamista en el sur del Estado hebreo. Según Estados Unidos, la agencia de la ONU expulsó a 12 de sus empleados.
Los hechos concretos que se les reprocha no han salido a la luz. Pero el jefe de la diplomacia israelí afirmó que la UNRWA no tenía futuro en la Franja de Gaza, donde los combates no dan tregua.
El gobierno quiere “asegurarse de que la UNRWA no sea parte” de la solución en el territorio palestino tras la guerra, afirmó el canciller Israel Katz.