El jueves 9 de mayo comenzó la segunda huelga general en Buenos Aires, Argentina, contra el “ajuste brutal” impulsado por el gobierno de Javier Milei.
La protesta de los trabajadores paraliza servicios de transporte por tierra, mar y aire; así como instituciones educativas, financieras y comercios en todo el país.
La huelga fue convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y se detalló que no se prevé una manifestación en las calles, pero sí un paro total laboral de 24 horas, en el que se incluyen trabajadores estatales, de salud, turismo, tranviarios y del subterráneo de Buenos Aires, entre otros.
En su convocatoria oficial, la CGT acusa al mandatario argentino de carecer de «diálogo social» e implementar «un ajuste brutal que sufren especialmente los sectores de menores ingresos, las clases medias asalariadas, jubilados y pensionados».
Asimismo, el sindicato más grande del país sudamericano aseguró que el Ejecutivo «sólo se vincula con los representantes de intereses amigos (y) agrede y desecha a los trabajadores y a sus organizaciones».