Justo antes de la visita de Trump a Corea del Sur, Corea del Norte prueba misiles

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Gyeongju, Corea del Sur.- Corea del Norte aún no ha respondido a las reiteradas ofertas del presidente Trump para reunirse con su líder, Kim Jong-un. En su lugar, lanzó misiles desde su costa oeste, según informaron los medios estatales del país el miércoles.

La prueba de armas, realizada el martes, tuvo lugar un día antes de la llegada prevista de Trump a Corea del Sur. El miércoles, tiene previsto asistir a un foro económico de Asia-Pacífico en la ciudad de Gyeongju.

Durante la prueba, los misiles de crucero estratégicos mar-superficie volaron durante más de dos horas antes de alcanzar su objetivo, según la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte.

El informe indicó que los misiles estaban diseñados para portar ojivas nucleares. Pak Jong-chon, vicepresidente de la Comisión Militar Central, afirmó que la prueba fue un éxito importante.

“Es nuestra misión y nuestro deber responsable endurecer incesantemente la postura de combate nuclear”, afirmó el Sr. Pak.

El lanzamiento fue la segunda prueba de misiles de Corea del Norte en una semana. El miércoles pasado, Corea del Norte disparó lo que denominó dos misiles hipersónicos desde Pyongyang, su capital, contra un objetivo en una meseta al noreste del país. El ejército surcoreano los identificó como misiles balísticos de corto alcance.

Aunque Corea del Norte ha llevado a cabo varias pruebas de misiles en los últimos años, el último lanzamiento de prueba atrajo la atención en parte debido al momento en que se realizó.

Durante su primer viaje a Asia desde su regreso a la Casa Blanca, el Sr. Trump ha expresado repetidamente su interés en reunirse cara a cara con el Sr. Kim. Ambos líderes se reunieron tres veces durante el primer mandato de Trump, pero su diplomacia directa no culminó en un acuerdo para desmantelar el programa de armas nucleares de Corea del Norte ni para flexibilizar las sanciones internacionales impuestas al país.

«Me encantaría reunirme con él si quisiera», dijo Trump el lunes, cuando le preguntaron si se reuniría con Kim. «Si quiere reunirse, estaré en Corea del Sur».

La última vez que ambos se reunieron, sus gobiernos tardaron poco más de 30 horas en concertar una reunión en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur. Pero esta vez, Corea del Norte no ha respondido. Ha declarado que no reanudará el diálogo con Washington a menos que se le reconozca como potencia nuclear.

En los últimos dos años, Corea del Norte se ha acercado a Rusia. Le ha suministrado armas y tropas para apoyar su guerra contra Ucrania. Moscú ha correspondido proporcionando a Corea del Norte alimentos, petróleo, tecnología armamentística y un tratado de defensa mutua. La profundización de los lazos entre Corea del Norte y Rusia le ha dado a Kim una mayor influencia diplomática en sus tratos con Washington.

Mientras el Sr. Trump se preparaba para visitar Corea del Sur, el Sr. Kim envió a su ministra de Asuntos Exteriores, Choe Son-hui, a Moscú. Tras reunirse el lunes con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, ambas naciones emitieron un comunicado de prensa en el que reafirmaron su voluntad de acelerar el desarrollo multifacético de las relaciones bilaterales.