La Casa Blanca mostró su sorpresa y rechazo este martes por el fallo de la Corte Suprema que dio luz verde a la polémica Ley SB4 de Texas, que otorgar autoridad a la policía de Texas para detener y deportar a las personas que consideren “sospechosas” de haber cruzado la frontera sur de manera irregular, sin el debido proceso y pasando por alto la autoridad federal sobre la estatal.
En un comunicado, la portavoz del Gobierno de Joe Biden, Karine Jean-Pierre, criticó la decisión de los magistrados del máximo tribunal y tildó la legislación, conocida como SB4, de «inconstitucional».
La normativa «no solo hará que las comunidades en Texas estén más inseguras, sino que supondrá una carga para las autoridades locales, sembrará el caos y la confusión en nuestra frontera sur», advirtió.
“Politización de la frontera”
La jefa de prensa de la Casa Blanca añadió que la legislación, que fue aprobada por el Congreso estatal de Texas el año pasado, es un ejemplo de la «politización de la frontera por parte de los republicanos».
La decisión del Supremo —que salió adelante gracias a la mayoría conservadora y fue rechazada por la minoría progresista— permitirá a las autoridades texanas hacer cumplir esta nueva ley mientras una Corte de Apelaciones examina una demanda presentada por el gobierno de Biden y organizaciones en defensa de los derechos humanos.