Lucha por justicia para Guillermo

Ciudad Juárez— Hace un año exactamente, a las 2:00 de la mañana, Guillermo Díaz Vidales comenzó a cruzar la avenida 16 deSeptiembre –a la altura de la calle Gregorio M. Solís–, pero no alcanzó a llegar al otro lado porque tan solo unos pasos después un auto lo impactó y arrastró más de seis metros, lo cual le quitó la vida en el instante.
“Me dijeron que fue culpa de mi hijo, que para qué andaba a esas horas de la noche caminando por la calle”, dijo Cristina Vidales, luego de que la Fiscalía General del Estado (FGE) contradijo el dictamen hecho por la Coordinación General de Seguridad Vial y sostuvo que la causa del accidente fue la falta de precaución del peatón, por lo que no hubo reparación de los daños ni detenidos.
La madrugada del pasado 4 de julio, Guillermo salió de su casa –a unas cuadras de la avenida 16 de Septiembre– y caminó mientras hablaba por teléfono, pero justo frente a la Escuela Secundaria Federal 1 un Nissan negro conducido por Alma D.N., de 28 años, lo arrolló y provocó su muerte.
“Se deduce que la causa generadora del accidente es la imprudencia de la conductora de nombre (…) por omitir cuidados en su manejo defensivo al no extremar precauciones al dar vuelta y no estar constituida sobre el carril esto en base al artículo 124 en su fracción I inciso B, C y D”, estableció el dictamen 146117 hecho por Seguridad Vial.
Sin embargo, unas horas después, la FGE contradijo lo señalado por medio del oficio ZN-2020-32846: “Se considera como causa generadora del presente hecho vial a la falta de precaución del peatón, quien incumple un deber de cuidado al momento de ingresar a la vialidad, lo cual se debe hacer en el momento que la circulación lo permite y después de cerciorarse que puede hacerlo con seguridad”.
En 1990 Guillermo nació en Durango, pero nueve años después vino con su mamá a esta ciudad fronteriza, dejando atrás familiares y amigos. Aquí egresó del Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez y formó parte de diversas compañías de teatro, y a pesar de la violencia que se registró en este municipio nunca quiso abandonarlo porque le tenía cariño, contó su mamá, Cristina Vidales.
Una semana después del accidente, Guillermo iba a reencontrarse con su papá. Nunca tuvo la oportunidad de conocerlo, por lo que al crecer lo buscó y juntos establecieron una fecha para verse, un accidente vial truncó sus planes y su vida.
“Estaba lleno de sueños, quería conocer a su padre, estudiar una maestría, viajar… era una persona que aportaba a la sociedad y lo juzgaron por caminar de noche en la ciudad”, dijo Cristina, quien veló el cuerpo de su hijo en esta ciudad y lo sepultó en Durango, la tierra que lo vio nacer.
Ante las contradicciones de los dictámenes realizados, Cristina solicitó un tercer peritaje e incluso la revisión de las cámaras instaladas en el sector, pero hasta el momento no ha recibido respuesta en su primera petición y, denunció, se le señaló que no funcionaba el sistema de vigilancia.
A un año del accidente vial que le provocó la muerte a su hijo, Cristina aún lucha para que se esclarezca lo sucedido y, sobre todo, para que ninguna otra familia pase por lo mismo.