Pélicot: “Soy un violador, como todos los hombres acusados en esta sala”

Dominique Pelicot, el hombre que durante una década drogó sistemáticamente a su mujer para que más de 50 hombres que había reclutado en un foro sexual de internet desfilasen por el dormitorio de su casa para violarla, declaró finalmente este martes por la mañana en Aviñón (Francia), para admitir que ha “arruinado todo” y ahora debe “pagar”.

En medio de una enorme expectación por lo sórdido del caso y por la decisión de la víctima de dar la cara y que lleven todo el peso de la vergüenza su marido y sus cómplices, que comparecen en el juicio con la cara tapada, Pelicot reconoció con toda crudeza: “Soy un violador. Reconozco los hechos en su totalidad”, comenzó el principal acusado de un proceso que durará hasta el próximo diciembre.

Pélicot, un jubilado de 71 años, reconoció así la culpabilidad en todos los hechos que se le imputan, dada la montaña de pruebas, empezando por los videos que él mismo grabó. Sin embargo, el violador confeso dio a entender que basará su estrategia de defensa en que no le carguen con la culpabilidad de las violaciones de los hombres que invitaba a su casa para violar a su mujer.

“Soy un violador, como todos los hombres acusados en esta sala”, declaró y añadió una cuestión moral en un intento de amortiguar su propio cargo de conciencia: “No nacemos perversos, nos convertimos en ello”, aseguró, mientras relató dos supuestos episodios de abusos sexuales (de los que no hay registros de denuncias): una que sufrió en carne propia siendo un niño a manos de un enfermero y que le habría marcado profundamente; y otra, la violación grupal a una discapacitada a los 14 años que, según dijo, le dejó secuelas psicológicas.

El testimonio de Pélicot, aplazado por problemas médicos, llegó dos semanas después de que comenzara un juicio que ha sacudido a Francia y la opinión pública internacional, era fundamental para que el proceso pudiese avanzar y el resto de acusados declarase.

Pélicot contactaba con decenas de hombres en el foro de encuentros sexuales coco.fr. Luego les invitaba a casa y, bajo una serie de estrictas reglas para que su esposa no se despertase del sueño inducido por los ansiolíticos, la violaban mientras él grababa la escena.