Poco a poco termina la esperanza de entrar a EU con CBP One

A 10 días de que el republicano Donald Trump llegue a la Presidencia de Estados Unidos, a cientos de familias que permanecen albergadas en Ciudad Juárez se les va acabando la esperanza de lograr una cita a través de la aplicación digital CBP One para cruzar de manera regular la frontera.Mientras que algunas personas han decidido volver a la Ciudad de México, porque consideran que hay más oportunidad de trabajar allá, otras han cambiado la frontera en su registro de CBP One, unas más buscan entregarse a la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso y algunas siguen esperando el cambio de gobierno.“Sara”, como pidió ser identificada una migrante originaria del Estado de México, se encuentra refugiada desde hace ocho meses en Ciudad Juárez, después de que un grupo delictivo mató a su hijo de 19 años de edad, por lo que para ella “volver no es una opción”, pero teme que llegará el 20 de enero y seguirá esperando en esta frontera la manera de “escapar” de la violencia que se vive en el país.

“Realmente los veo yo un poco desesperados, porque no saben qué va a pasar, tienen la esperanza de su cita, pero cada vez se rompe más esa esperanza y cada día falta menos para que llegue Trump. Y todos están a la expectativa”, comentó el pastor Juan Fierro, del albergue El Buen Pastor.Dijo que el albergue ubicado en la colonia Luis Echevarría contaba con 55 personas hasta el 17 de diciembre, pero un día después, el Día Internacional del Migrante, las personas comenzaron a salirse y hasta ayer sumaban 24 mexicanas y extranjeras en espera de un proceso legal en el vecino país.El resto salieron para cruzar el río Bravo/Grande y entregarse con la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso; sin embargo, sólo una pareja con una bebé recién nacida fue liberada con monitores de tobillo en Estados Unidos y el resto ya se encuentran en Centroamérica o en el sur de México, debido a que fueron expulsados.Jefferson, un migrante venezolano quien desde el 25 de diciembre vive en una iglesia en la que paga 100 pesos diarios para poder dormir en el espacio, relató que el lugar contaba con más de un centenar de personas, pero ayer había cerca de 60, debido a que la mayoría han decidido regresar a la Ciudad de México, porque allá les es más fácil encontrar un trabajo.