La ruptura de diversas células delictivas del cártel de La Familia Michoacana que opera en el oriente del estado de Michoacán, por el asesinato de uno de los tres grandes líderes de ese grupo delictivo en la región, ha dejado recientes episodios de violencia que van de ataques contra los cuerpos de seguridad pública a la invasión de municipios que ninguna autoridad ha podido controlar.
Fue a inicios del pasado mes de junio, que trascendió el asesinato de Medardo Hernández Vera, alias “Lalo Mantecas”, líder del Cártel de la Familia Michoacana en el poniente del Estado de México, lo cual no fue confirmado por ninguna autoridad hasta hace unos días.
Lalo Mantecas y su lugarteniente “El Jabalí” entraron al oriente de Michoacán hace un par de años, para fortalecer la presencia de La Familia en el oriente de Michoacán, ante la llegada del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Dos de sus operadores fueron el cártel de Los Correa, en el municipio de Hidalgo y otras demarcaciones vecinas; así como un sujeto de alias “El Chaparro” en Tiquicheo y Tuzantla.
En estos últimos municipios y la Tierra Caliente colindante con Guerrero, la influencia es directamente de los hermanos Johnny Olascoaga Hurtado “El Pez” y su hermano José Alfredo “El Fresa”, máximos líderes de la Familia Michoacana, como Lalo Mantecas.
Al parecer, un desacuerdo entre los hermanos Olascoaga con Lalo Mantecas, llevó a su asesinato por los propios miembros de La Familia.
Esto habría generado primero una ruptura de La Familia con el cártel de Los Correa, que se presume estableció una tregua con el CJNG. Su activa presencia en la región, lo constata la captura, a finales de julio, de 37 sicarios de Los Correa, en el bastión de este grupo criminal en Hidalgo, Michoacán.
El 24 de agosto, policías municipales de Senguio fueron atacados a balazos por hombres armados que se trasladaban en varios en vehículos, uno de ellos una patrulla clonada.
El 21 de agosto, el director de la Policía de Irimbo, Jorge Flores, desapareció cuando salió de ese municipio con rumbo a Morelia; y el 26 de agosto fue encontrado muerto, a unos metros de su oficina.
La víspera del 24 de agosto, la ruptura entre el jefe de plaza “El Chaparro” y La Familia Michoacana, ya causaba alerta entre la población de Tuzantla, quien el miércoles vivió la furia de Johnny Hurtado “El Pez”, que desató una ola de violencia con un saldo de 8 personas muertas, al menos 6 de ellas, ejecutadas.