En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora este 25 de noviembre, el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe señala un escalofriante registro: un feminicidio cada dos horas durante el año 2022 y lo que va de este año en la región.
Ante este panorama, la ONU y defensores de derechos femeninos exigieron a los Estados aumentar esfuerzos y presupuestos para prevenir estos actos y brindar respuestas judiciales y sanitarias.
La persistente desigualdad, la pobreza y el temor a denunciar son factores que obstaculizan a muchas mujeres y niñas buscar ayuda. La falta de políticas efectivas para frenar estos crímenes es un desafío adicional. En Brasil, los feminicidios han aumentado. Alarmantemente, el 61.4% de las violaciones afectan a menores de 13 años, mayoritariamente mujeres y, en su mayoría, de origen étnico negro.
En México, el promedio diario de feminicidios alcanza 9.5 casos. A pesar de los informes presidenciales sobre una reducción de estos actos, la violencia machista persiste como un problema grave. En Bolivia, se han reportado 74 feminicidios y altos índices de violencia intrafamiliar, violación y abuso sexual. La CorteIDH determinó el irrespeto a los derechos de las mujeres.